¿Por qué cree que 'A dos metros bajo tierra' llegó a tanta gente y sigue haciéndolo? ¿Es porque nos ayuda a hacer las paces con la muerte?
La muerte es un tema incómodo que, en cierto modo, hicimos menos terrorífico, y no sé si decir entretenido, pero sí al menos con su parte de humor. Otra razón fueron los personajes. La gente se enamoró de ellos, yo mismo incluido. El casting fue muy acertado. Y todos teníamos alguien con quien identificarnos, del joven gay a la chica adolescente, pasando por la mujer de mediana edad. Todos los personajes eran queridos.
Y después se los cargó a todos…
[ríe]. En aquel momento trabajaba con otros seis guionistas, gente realmente buena, gente muy inteligente. Y cuando teníamos por delante la última temporada, nos preguntamos cómo debía acabar la historia

La Opinión de Murcia
Truthout
Raw Story
The Daily Beast
Law & Crime