Abro hilo

El incendio que provocamos

Marcela Vázquez Garza

Hay una diferencia fundamental entre rescatar y cuidar. La primera implica llegar cuando el daño ya está hecho; la segunda, mirar antes de que ocurra. En México, seguimos actuando después de la tragedia, intentando apagar un incendio que nosotros mismos provocamos; cuando las vidas de niñas, niños y jóvenes ya han pasado del abandono a la violencia.

El reciente caso de la Casa de las Mercedes, en la colonia San Rafael, lo demuestra. Ochenta menores fueron retirados del albergue tras denuncias de abuso y explotación sexual. Llegamos, pero suficientemente tarde.

Días después, otro hecho reveló el extremo opuesto de la cadena. El asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo , fue cometido por un joven de 17 años. Esa coincide

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