Las fotos de los pisos en internet aparentan transparencia, pero en el mercado inmobiliario actual pueden funcionar como espejos deformantes. Las plataformas de anuncios muestran imágenes que parecen extraídas de revistas de decoración , aunque a menudo representan algo distinto de lo que existe fuera del plano.
Por eso resulta esencial visitar un piso o una casa en persona antes de decidir, ya que los anuncios pueden inducir a error, sobre todo en un momento en que es fácil manipular y maquillar las instalaciones mediante programas de inteligencia artificial. En este sentido, la comodidad de buscar vivienda desde el sofá ha derivado en una nueva forma de engaño visual que altera la percepción de los espacios y de sus verdaderas condiciones.
La inteligencia artificial se convierte en un aliado masivo del sector inmobiliario
Los portales inmobiliarios acumulan cada vez más imágenes alteradas digitalmente que presentan viviendas en un estado mucho mejor del real. Según un reportaje de Futurism , los propietarios utilizan herramientas de inteligencia artificial para borrar manchas, ampliar habitaciones y colocar muebles que no existen . La práctica se ha extendido en plataformas como Zillow y Facebook Marketplace , donde los pisos parecen recién reformados y luminosos aunque carezcan de esas cualidades en la realidad.
El fenómeno llamó la atención del sector cuando la ilustradora DeAnn Wiley descubrió en Detroit un anuncio de una vivienda cuyo exterior había sido recreado con un nivel de retoque casi cómico . La fachada aparecía suavizada, las paredes relucían y los suelos eran aparentemente nuevos. En palabras de Wiley, la diferencia entre la imagen y la visita física era tan marcada que cualquier comprador se sentiría engañado .

La revista Slate recogió la opinión de Kevin Greene , directivo de la empresa Cotality, especializada en soluciones inmobiliarias. Greene explicó que “ el mayor riesgo no está en la falsificación completa, sino en la manipulación sutil” . Detalló que las mismas herramientas capaces de iluminar una fotografía también pueden eliminar cables, añadir árboles o reemplazar un terreno seco por una piscina , lo que distorsiona la percepción de los futuros inquilinos.
En paralelo, la publicación Wired informó de que algunas compañías están llevando el recurso aún más lejos. Una de ellas, AutoReel , fundada por Alok Gupta, antiguo responsable de producto en Facebook, convierte las fotografías estáticas en vídeos breves para mostrar propiedades que, en muchos casos, solo existen digitalmente. Gupta declaró que los clientes que antes rechazaban estas opciones ahora las solicitan activamente . “En 2024 empezaron a decir cuéntanos más . Este año preguntan ¿cómo puedo empezar? ”, afirmó.
El propio Gupta señaló que el uso de estas herramientas permite ahorrar entre 500 y 1.000 dólares en producción audiovisual, al evitar la contratación de profesionales. El fundador de la American Real Estate Association, Jason Haber, lo expresó de forma tajante al explicar que “ nadie quiere pagar 500 dólares por un montaje cuando puede hacerlo en ChatGPT gratis en 45 segundos ”.
Mientras tanto, el responsable de innovación de la National Association of Realtors, Dan Weisman , contó a Wired que ha detectado un crecimiento masivo de usuarios que recurren a la inteligencia artificial . “En las últimas semanas he estado en varias conferencias y, de cien personas, entre el 80% y el 90% levantan la mano cuando se les pregunta si usan IA”, afirmó.
Expertos alertan de las manipulaciones sutiles y reclaman una regulación firme
En el ámbito jurídico, el profesor asociado Derek Leben , de la Universidad Carnegie Mellon, advirtió en Slate de que quien compre una vivienda a distancia y descubra que fue engañado podría argumentar que firmó el contrato bajo condiciones falsas y solicitar su anulación .

La cuestión ética se extiende también al papel de las plataformas. Wiley insistió en que la responsabilidad debe recaer sobre los portales de anuncios : “El objetivo debería ser que las aplicaciones regulen su contenido para evitar posibles fraudes o manipulaciones durante la búsqueda”.
La manipulación de imágenes no cuenta todavía con regulación clara en Estados Unidos o el Reino Unido , aunque algunas iniciativas ya se estudian en Australia, donde los legisladores proponen que las fotografías retocadas se identifiquen como tales. Sin normas uniformes, los usuarios se ven obligados a comprobar por sí mismos si las viviendas que visitan se corresponden con lo que vieron en la pantalla.
El avance de la inteligencia artificial ha convertido la búsqueda de vivienda en un ejercicio de vigilancia personal , en el que la prudencia se impone a la apariencia. La visita física sigue siendo el único método fiable para confirmar si un piso tiene la luz, el espacio o el estado que las imágenes prometen.

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