Cuando una especie invasora entra en un hábitat que no es el suyo, acostumbra a provocar consecuencias devastadoras para el nuevo ecosistema. El cangrejo chino, el visón americano, el caracol gigante africano, la planta camalote o la afanomicosis son casos muy actuales. Pero hay otros a lo largo de la historia que también fueron muy dañinos.

Una sola pareja de ratas, por ejemplo, habría sido capaz de dar lugar a una población de hasta 11,2 millones de ejemplares en tan solo 47 años, destruyendo el 95 por ciento de las semillas de palma en Rapa Nui, convirtiéndose en un factor determinante en la catastrófica devastación de la isla.

Entre 15 y 20 millones de palmeras

Así lo interpretan los investigadores de las universidades de Arizona y Birmingham tras analizar restos de ratas polinesia

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