Vaca Muerta está en el centro del mapa energético por el megaproyecto de Gas Natural Licuado que YPF impulsa junto a la italiana Eni y la emiratí ADNOC. La iniciativa, valuada en más de 30.000 millones de dólares, promete cambiar la escala exportadora del país. Sin embargo, la regulación actual no contempla que el desarrollo se hará en áreas de gas húmedo de Vaca Muerta, un tipo de producción que es la que hace viable el negocio.

La contradicción surge del Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), que hoy solo reconoce beneficios fiscales y aduaneros para proyectos ligados al gas seco. En Vaca Muerta , el gas seco que sale casi sin otros componentes no es el recurso más competitivo para una planta de GNL en la cuenca neuquina. Por eso las empresas reclaman una actualizació

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