El gobierno estadounidense aprobó el año pasado la venta de rifles de francotirador a una unidad policial de élite en Brasil, desestimando las preocupaciones del embajador estadounidense y otros diplomáticos sobre el posible uso de estas armas en ejecuciones extrajudiciales, señalaron tres funcionarios estadounidenses, actuales y anteriores, y documentos a los que tuvo acceso Reuters.

La unidad policial de Río de Janeiro que adquirió las armas, conocida como BOPE, desempeñó un papel fundamental en una redada la semana pasada que dejó 121 muertos, entre ellos cuatro policías. Esta acción fue condenada por defensores de los derechos humanos y expertos de las Naciones Unidas, quienes alegaron que algunos de los asesinatos podrían haber sido ilegales.

BOPE compró 20 rifles de francotirador f

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