Un nuevo estudio es el primero en su tipo en demostrar que los desechos descargados de las operaciones mineras de aguas profundas podrían alterar la vida marina en la "zona crepuscular" de aguas medias, una región vital ubicada entre 200 y 1.500 metros bajo el nivel del mar, que sustenta vastas comunidades de zooplancton.

Una investigación publicada en la revista Nature Communications advierte que los residuos generados por la minería de nódulos en el fondo marino podrían alterar profundamente las redes tróficas de la “zona crepuscular”, la franja que se extiende entre aproximadamente 200 y 1.500 metros de profundidad.

El equipo científico de la Universidad de Hawái en Mānoa, en Estados Unidos, combinó análisis isotópicos específicos de aminoácidos con muestras recogidas durante una

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