Dormir con una luz encendida podría tener consecuencias más graves de lo que se pensaba. Un nuevo estudio científico reveló que la exposición a luz artificial durante la noche, ya sea proveniente de lámparas, pantallas o del alumbrado público, no solo afecta la calidad del descanso, sino también la salud del corazón.
Los investigadores descubrieron que las personas que duermen en ambientes iluminados tienen hasta un 50% más de riesgo de sufrir infartos, insuficiencia cardíaca o accidentes cerebrovasculares, en comparación con quienes descansan en completa oscuridad.
Según los especialistas, la luz nocturna altera el reloj biológico y disminuye la producción de melatonina, una hormona clave para regular el sueño y los ritmos circadianos. Esta interrupción provoca cambios metabólicos y car

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