Por Javier Castaño. —

A las 11 de la noche del pasado martes 4 de noviembre comenzó el discurso de victoria de Zohran Mandani . Sus palabras y su iconografía fueron reveladoras. Mientras hablaba, a su espalda no había políticos y amigos hambrientos de poder como es usual. Habló y luego invitó a su mamá, papá y esposa a subir a la tarima. El público gritaba su nombre embriagado en la esperanza.

“Hemos derrotado a la dinastía política de la ciudad de Nueva York que abandonó a la gran mayoría y ahora exige cambios. Esta es la nueva generación de neoyorkinos”, dijo Mamdani con su acostumbrada sonrisa.

Luego dijo que su victoria era de “las abuelitas mexicanas”, los taxistas árabes y los vendedores ambulantes con los olores y sabores del mundo. “Esta seguirá siendo una ciudad de inmigrant

See Full Page