Cómo habrá caído el nivel moral de la política española que un ministro convoca a la prensa para presumir de que él no cobra mordidas de los corruptores ni se va de putas ni se reúne con narcotraficantes. Me alegro de que la UCO de la Guardia Civil no haya encontrado ningún indicio ni prueba de que Ángel Víctor Torres sea un delincuente.
Lo que sí recoge el informe de la UCO a la Audiencia Nacional son abundantes indicios y pruebas de que el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática ha mantenido unos hábitos irregulares en el ejercicio de su cargo, una concepción anormal de la relación con los funcionarios de él dependientes y una práctica éticamente condenable del poder marcada por el partidismo y el amiguismo.
Son sus mensajes al delictivo Koldo García: “Me voy a cagar en

Málaga Hoy

AlterNet
Raw Story
The Daily Beast