Kiko Rivera ha pasado unos años alejado (más o menos) del mundo del corazón , tratando de recuperarse del ictus que sufrió y de solucionar sus problemas con las adicciones. Uno de los capítulos más duros de su vida ocurrió en el año 2019, en concreto el día 1 de agosto, cuando su visión sobre su madre y toda su infancia cambió por completo. Lo que descubrió aquel día en Cantora le hizo revisar con detalle todo lo que su madre le había contado, descubriendo que había muchas mentiras en el relato sobre la herencia de su padre, el torero Paquirri .

Durante 35 años, Kiko estaba convencido de la versión de su madre acerca de la herencia del mítico torero. Según la cantante, los trajes e instrumentos de toreo de Francisco Rivera fueron desapareciendo debido a extraños incendios en la casa y por un robo que se llegó a denuncia r. Fran y Cayetano, hijos del torero fruto de su relación con Carmina Ordóñez, llevan años reclamando a la artista las espadas, capotes e incluso trajes como parte de su herencia, pero apenas han conseguido ninguno. Como detalle, hay que recordar que con motivo de la boda de Fran, el mismo Kiko Rivera acudió y le llevó unas espadas de Paquirri, confirmándose la teoría de que Pantoja no contaba toda la verdad.

Pero todo cambió en agosto de 2019, momento que el DJ ha contado en varias ocasiones , tanto en la recordada Herencia envenenada como en el pódcast de Jordi Wild. Aquel día no se borrará de su memoria, ya que se encontraba en la finca familiar junto a sus hijos e Irene Rosales.

Kiko Rivera en una entrevista en The Wild Project (YouTube).

En un momento, un amigo de Isabel apareció allí para guardar una gran cantidad de cajas en la habitación de soltero de Paquirri, un lugar al que Kiko apenas recordaba haber entrado apenas unas pocas veces siendo un niño. Al ayudar a este amigo de la familia volvió a ese cuarto, donde aseguraba que sintió «un escalofrío nada más entrar» que le hizo abrir los dos armarios que allí había.

Pensando en que la versión de su madre era cierta, esperaba no encontrar nada en ellos, pero la verdad fue muy distinta. Allí estaban guardados aquellos famosos trajes de la discordia, además de otros objetos personales que nunca fueron robados ni se destruyeron en ningún incendio.

Al descubrir esto, Kiko Rivera decidió marcharse de inmediato aprovechando que su madre estaba durmiendo, por lo que decidió salir de allí junto a su mujer y sus niñas. En los días y semanas siguientes trató de hablar con su madre, volviendo incluso a Cantora, pero su enfado fue en aumento cuando la respuesta que recibía era siempre que esos objetos eran para él y por eso se habían ocultado .

Lo que más le dolía es que llegó a «tener problemas importantes» con sus hermanos por parte de padre por culpa de eso . Lejos de llegar a un acuerdo, Isabel terminó por decirle que no preguntase más esos objetos, por lo que el enfado aumentó más.

Este descubrimiento le hizo desconfiar de todo lo que tenía que ver con su herencia, por eso recurrió a un abogado para descubrir la situación real. La gota que colmó el vaso fue descubrir que en un momento dado firmó una serie de documentos que sirvieron para pedir un préstamo, que sirvió para pagar la fianza que permitió a la tonadillera salir de la cárcel .

En el momento de firmar no preguntó nada, sólo lo hizo sin mirar, algo de lo que no se arrepiente. Lo que no le gustó nada es saber que él es el avalista de ese préstamo hipotecario de más de un millón de euros que no se estaba pagando , (por lo que la deuda se le puede volver en su contra en cualquier momento).

Lo que más le molestó fue recordar que durante mucho tiempo su tío Agustín le reprochó no tener esa gran cantidad de dinero para ayudar a su madre después de que llegó a tener ocho millones de euros gracias a exclusivas y trabajos relacionados con el mundo del corazón. Esas palabras le volvieron a su mente al saber que había renunciado a la mitad de su parte de Cantora.