No tiene pelos en la lengua. Cuco, el propietatrio del restaurante La bolera, defiende la parrilla de gas frente a la brasa, por la potencia garantizada que ofrece, y las maduraciones cortas frente a las largas, porque los aromas y sabores se transforman con el tiempo y no preservan el sabor del animal.
Cuando todo el mundo ofrece cinco o seis razas y diferentes maduraciones este restaurante ha optado por simplificar su oferta: dos razas, angus y jersey, pero calidad máxima. Si a esto unimos los conocimientos que tiene el cocinero sobre los músculos, la grasa infiltrada y otras lindezas en crudo pues estamos ante un templo real, no instagrameable pero con el mejor esultado que podemos encontrar en Asturias. Después de probar muchos asadores en los últimos meses en la región puedo afirmar

El Comercio

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