La secretaria de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, Myriam Urzúa, reveló que el aceite que contaminó el agua (procedente del pozo Alfonso XIII) en Benito Juárez provenía posiblemente de empresas que estaban en la zona hace más de 40 años; la declaración se da luego de que la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM) reconoció la poca transparencia en el caso.

Urzúa aseguró que se realizaron diagnósticos de los lugares en los que podrían utilizar el tipo de aceite y coincidió con empresas que funcionaban en la zona hace más de 40 años.

Entre marzo y abril del 2024 vecinos de algunas colonias de la alcaldía Benito Juárez reportaron que el agua potable presentaba un fuerte olor a combustible y un aspecto aceitoso.

Tras investigaciones, el pozo que abastecía a

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