Las transformaciones históricas suelen dejar un rastro de víctimas que se presentan como el coste de avanzar. Imperios, sistemas políticos y revoluciones industriales han sostenido la idea de que el progreso necesita mártires anónimos . Esa lógica persiste bajo nuevas formas, incluso en la era tecnológica.
El desarrollo de la conducción autónoma se inscribe en esa misma línea, donde la seguridad de los transeuntes se mide con la posibilidad asumida de algún daño individual. Ese equilibrio entre beneficio y tragedia impulsa un debate que hoy se concreta en las palabras de una ejecutiva del sector.
Waymo defiende que la sociedad asumirá una muerte causada por un robotaxi
La codirectora ejecutiva de Waymo, Tekedra Mawakana , declaró en el congreso tecnológico TechCrunch Disrupt que la sociedad entenderá que un vehículo sin conductor provoque una muerte . Según informó SFGate , Mawakana afirmó: “Creo que la sociedad lo aceptará”.
La directiva añadió que el verdadero reto consiste en garantizar que las empresas mantengan un nivel alto de exigencia en materia de seguridad . También explicó que dentro de la compañía no se habla de si ocurrirá un accidente mortal, sino de cuándo ocurrirá , y que por eso se preparan para ese momento, ya que lo dan por inevitable. En su intervención subrayó que los coches autónomos reducirán los accidentes de tráfico, aunque insistió en que la perfección no forma parte del horizonte posible .

El planteamiento surgió a partir de una pregunta de la periodista Kristen Korosec , del portal TechCrunch , sobre la reacción social ante un hipotético accidente mortal. La conversación sirvió para situar a Waymo en el centro del debate sobre la responsabilidad de las máquinas frente al error humano . Mawakana afirmó que el objetivo de su empresa es garantizar que las pruebas, los datos y el desempeño de sus vehículos respalden cada afirmación sobre seguridad . En esa línea, señaló que Waymo dispone de un registro público en su web donde se documentan los incidentes con sus vehículos y animó a otras compañías del sector a hacer lo mismo.
Tesla y Cruise evidencian los fallos que acechan a la automatización
La comparación con otros fabricantes no tardó en aparecer. Tesla ha afrontado varias demandas por fallos de su sistema Autopilot en accidentes con víctimas mortales. General Motors , a través de su filial Cruise, detuvo sus operaciones tras un incidente en San Francisco en 2023 en el que un coche sin conductor arrastró a una mujer varios metros. Aunque la víctima obtuvo una indemnización, el caso dejó en evidencia las carencias del control humano sobre estas tecnologías . Frente a esos antecedentes, Mawakana defendió la estrategia prudente de Waymo y explicó que la empresa interrumpe o retrasa sus operaciones siempre que detecta un riesgo , como los problemas que surgieron cuando algunos de sus coches bloquearon el paso de vehículos de emergencia.
El argumento principal de la directiva se apoya en los datos que sitúan a los robotaxis de Waymo con un 91% menos de accidentes que los coches conducidos por personas . La cifra procede de las estadísticas internas de la compañía, que ha extendido sus pruebas de forma gradual desde su fundación en 2009. Mawakana indicó que los equipos técnicos someten los vehículos a revisiones constantes y que cada nueva ciudad implica un proceso de adaptación prolongado . La estrategia se basa en un despliegue lento y controlado para anticipar los problemas antes de ampliar su uso comercial.

La discusión sobre la responsabilidad legal sigue abierta. En el estado de Georgia, el representante Clint Crowe declaró al canal KGW8 que el sistema legal tendrá que definir quién responde por las infracciones cuando el coche no tiene conductor . Esa incertidumbre se extiende también al papel de los operadores remotos , trabajadores que pueden intervenir desde un centro de control si un robotaxi encuentra dificultades en la vía. Las empresa s no especifican con qué frecuencia se requiere su intervención, lo que plantea interrogantes sobre la fiabilidad del sistema cuando esos operadores reduzcan su participación.
La automatización reabre el viejo debate sobre el precio del avance
El debate sobre los límites éticos de la automatización se traduce, por tanto, en una pregunta práctica. La industria de los vehículos autónomos promete una reducción drástica de accidentes, pero asume que seguirá habiendo víctimas . Esa lógica de sacrificio, que antaño se atribuía a guerras o revoluciones, reaparece ahora en forma de cálculo estadístico.
Tekedra Mawakana expresó que Waymo se prepara para esos días difíciles y que el objetivo es asegurar que la tecnología cumpla lo que promete . Su planteamiento refleja una realidad que se repite a lo largo de la historia: cada innovación redefine el límite entre la seguridad y el riesgo , aunque la responsabilidad de mantener ese equilibrio sigue recayendo en las personas .

ElDiario.es
New York Post
CNN
The Daily Beast
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