El hielo no solo detiene ríos, mares o bosques: también puede congelar el tiempo. Al atrapar diminutas burbujas de aire, conserva una muestra exacta de la atmósfera de épocas remotas. Y ahora, científicos han logrado retroceder más que nunca: seis millones de años hacia el pasado. Hasta ahora, los núcleos de hielo más antiguos recuperados directamente databan de unos tres millones de años. Ese era el límite conocido. Pero una reciente expedición internacional logró duplicar esa cifra, desenterrando lo que los expertos llaman una auténtica cápsula del tiempo helada .

Lo más notable es que tanto el hielo como el aire atrapado en su interior pudieron fecharse de forma directa , mediante el análisis de isótopos de argón, sin depender de inferencias indirectas.

El doble beneficio —hiel

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