Cuando la carrera Sprint del Gran Premio de San Pablo transitaba su quinta vuelta se produjo una sucesión de fuertes despistes en la «Curva del Sol» del circuito de Interlagos en donde en quince segundos el McLaren de Oscar Piastri, el Sauber de Nico Hülkenberg y el Alpine de Franco Colapinto perdieron la adherencia y terminaron golpeando contra el muro externo, y motivando la detención de la prueba con bandera roja.

De ellos solo el alemán Hülkenberg pudo retomar y continuar hacia los boxes para reparar y reemplazar los elementos dañados, en tanto que el australiano Piastri y el argentino debieron abandonar con sus autos maltrechos por el impacto contra las defensas, motivado en todos los casos por haber pisado en un sector húmedo de la pista y que desestabilizó la trayectoria del MCL39

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