-¿Cuándo y cómo arrancaste con la cerámica?

-Empecé en 2000. Estaba yendo a un taller municipal en Puerto Madryn y ahí conocí a un chico, otro alumno del taller, que tenía un torno en su casa, un torno alfarero, y me invitó a pasar a conocer, a probarlo. Yo en el taller estaba haciendo modelado y, bueno, cuando conocí el torno me cautivó. Sentí que era como que había encontrado algo que realmente me motivaba y le daba otro sentido a la cerámica. El modelado me gustaba pero yo me sentía un poco condicionado. Con el torno fue como que encontré una herramienta que me gustó mucho. A partir de ahí con él empezamos a trabajar juntos, a hacer una producción de tazas, armamos una marca, vendíamos en locales regionales para turismo en Madryn. Y bueno, así empezó. De no saber prácticamente nada de

See Full Page