Por: Oscar A. Viramontes Olivas.

Las vecindades, santuarios donde un sinfín de conciudadanos encontraron un lugar de refugio para vivir; donde las historias se fueron plasmado en sus muros, los cuales, serían profundos testimonios de anécdotas, expresiones, políticas, sociales y dónde también, se exponían pensamientos suicidas, debido a la miseria que en muchos de los casos se viva de las expresiones de aquellas de descontento por la vida, y de otros que, se enamoraban y dejaban un corazón en una puerta, pared o si había algún árbol cerca, el corazón con el respectivo ritual de amor.

En nuestro país, las vecindades surgieron en el siglo XIX, siendo ocupadas grandes casas coloniales abandonadas o invadidas por líderes que, a costa de la miseria humana, les rentaban un cuarto modesto para

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