Detrás del relato repetido por Washington —que señala a México, China o Venezuela como responsables de la crisis de drogas— emerge un dato incómodo: la cadena del narcotráfico que alimenta la epidemia en Estados Unidos está, en gran medida, controlada por ciudadanos y corporaciones estadounidenses.

El periodista mexicano Jesús Esquivel, con testimonios de agentes federales y expedientes oficiales, desmonta la versión simplista del “narco latino”. Exjefes de operaciones antidrogas en EEUU reconocen que la mayoría de quienes distribuyen y venden drogas dentro del país son estadounidenses blancos, incluidos actores con apariencia “respetable”: directivos farmacéuticos, banqueros, corredores financieros y redes de moteros violentos.

Mientras Donald Trump construyó su plataforma señalando a m

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