Durante la ceremonia de toma de posesión del nuevo presidente boliviano, Rodrigo Paz Pereira, se produjo un saludo notablemente frío entre el presidente chileno Gabriel Boric y su homólogo argentino Javier Milei. Este evento, que tuvo lugar en la Asamblea Legislativa Plurinacional de La Paz, marcó un hito en las relaciones diplomáticas entre Chile y Bolivia, ya que Boric fue el primer mandatario chileno en asistir a un cambio de mando en el país altiplánico en 19 años.

El saludo entre Boric y Milei se destacó por su frialdad. Cuando Milei llegó a su asiento, saludó a otros líderes latinoamericanos, como Yamandú Orsi de Uruguay, Daniel Noboa de Ecuador y Santiago Peña de Paraguay, con abrazos cálidos. Sin embargo, la interacción con Boric fue completamente diferente. El presidente chileno no se levantó de su asiento y solo extendió la mano para un breve apretón, acompañado de una leve sonrisa. Esta situación fue captada en imágenes que rápidamente se hicieron virales.

La relación entre ambos mandatarios ha sido tensa, especialmente desde la campaña presidencial de Milei, quien ha criticado abiertamente a Boric. En julio de 2023, durante una visita a Chile, Milei se refirió a Boric como un "empobrecedor" y expresó su deseo de que los chilenos pudieran "sacarse a este empobrecedor de Boric". Este contexto ha contribuido a la frialdad del saludo en la ceremonia, que no pasó desapercibido en los medios argentinos, donde se calificó como "curioso" que Boric no se levantara para saludar a Milei.

El evento no solo fue significativo por el cambio de mando en Bolivia, sino también por las implicaciones que tiene para las relaciones diplomáticas en la región. La interacción entre Boric y Milei refleja las tensiones políticas que persisten entre Chile y Argentina, y cómo estas se manifiestan en encuentros diplomáticos de alto nivel.