La dieta mediterránea es universalmente reconocida como uno de los patrones alimentarios más saludables del mundo, celebrada por su alto contenido de frutas, verduras y aceite de oliva. Sin embargo, más allá de sus ingredientes estrella, existe un componente humilde pero esencial en esta gastronomía: la cebolla . Este alimento, a menudo subestimado, es una fuente importante de proteínas, vitamina C, y minerales como hierro, calcio y potasio, pero su verdadero poder reside en un compuesto especial: la quercetina .
La médica y nutricionista Magda Carlas defiende que, si bien el término “superalimento” es más bien un concepto de marketing , la cebolla merece un lugar en esa lista, a pesar de carecer del exotismo de la chía o la cúrcuma. Esta reivindicación se basa en la alta densida

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