En una ciudad acostumbrada a los excesos del poder, al lujo y al ruido de los magnates, la victoria de Zohran Mamdani como alcalde electo de Nueva York suena como un azote disruptivo, ya que su triunfo ha supuesto el primer varapalo electoral para el mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, desde su regreso a la Casa Blanca. A sus 34 años, este socialista de origen musulmán ha derribado una muralla que parecía infranqueable: la de un progresista venciendo en la urbe capitalista por antonomasia al establishment y a la fuerza del dinero.

Impulsado por una población que el pasado miércoles salió en masa a votar convencida de sus promesas de cambio, Mamdani ha pasado de ser un legislador regional prácticamente desconocido a ser el líder de una nueva era para la Gran Manzana. Con su indeleb

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