Las peores cosas transmiten advertencias, que pueden ser descubiertas en el lenguaje antes de que transcurran. En todo gobierno la opacidad de lo ostensible impide advertir en qué momento lo coyuntural comenzará a dominar a lo estructural, máxime si sus construcciones verbales esconden asuntos mediante falsedades, mentiras e imposturas. Una falsedad puede contrariar la verdad sin ser intencional; la mentira, en cambio, tiene la intención de engañar, y la impostura implica asumir la personalidad de lo falso. Luigi Pirandello decía que, a veces, lo que está escondido entre las palabras revela más que el discurso explícito.
En una gran tragedia siempre hay un conjunto de desgracias menores. El futuro ya comenzó y transcurre ahora: lo palpable y evidente parece sincero, y lo abstracto y miste

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