«Les comunicamos que el tren llegará a su destino con seis minutos de retraso». Así arrancaba en 1994 un spot publicitario emitido en televisión, en el que, tras conocer la demora, un grupo de viajeros comenzaban a bailar y celebrar. ¿El motivo? «Si alguna vez su ave llega con más de cinco minutos de retraso le devolvemos el importe total de su billete», apuntaba el locutor. Así presumía Renfe de la puntualidad de sus servicios. 30 años después, la imagen de la alta velocidad española se ve socavada por retrasos, averías, trenes antiguos o una infraestructura en renovación . Son algunos de los problemas que sufre la alta velocidad en España, el país con la segunda mayor red del mundo solo por detrás de China, y que ha vivido en los últimos años un auge por la liberalización y la entr

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