En la zona donde el tiempo se detuvo el 26 de abril de 1986, cuando el reactor número 4 de la central nuclear de Chernóbil explotó y arrojó toneladas de material radiactivo al aire, algo volvió a alterar la quietud. Días atrás, los voluntarios de la organización “Dogs of Chernobyl” descubrieron un grupo de perros con el pelaje teñido de un azul brillante, un color que nunca antes había sido visto entre los animales que deambulan por la llamada zona de exclusión.

La noticia, difundida a través de las redes sociales de la organización, despertó sorpresa y preocupación. “No eran azules la semana pasada. No sabemos la razón y estamos intentando capturarlos para averiguar qué está ocurriendo”, escribieron los cuidadores. Las imágenes, donde los animales se ven correteando entre edificios derru

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