Cada nueve de noviembre... La Virgen de la Almudena sale a la calle para celebrar su gran día. Y este año no ha sido menos. Este domingo la capital se ha volcado en peticiones y agradecimientos a la patrona en una gran homilía en la explanada de la catedral que precede a una procesión por el callejero madrileño. Ni los gélidos cuatro grados de temperatura que marcaban los termómetros a primera hora de la mañana han frenado a los —abrigados— fieles que hacían cola en la calle Bailén para entregarle sus flores a la virgen. Ya pasadas las 10.00 horas, la colina del mirador de la catedral empezaba a llenarse.

Con ella, los políticos empezaban a llegar a la plaza. Los municipales con ganas de trasladar sus deseos para la patrona. Pero a contrarreloj. "Una vez que arrancan las campanas a las 10

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