Laurence Watkins, un bibliotecario neozelandés fascinado por los récords mundiales, decidió en 1990 emprender un desafío poco común: cambiar legalmente su nombre para convertirlo en el más extenso del mundo. Su objetivo no era otro que ingresar al libro de los récords y dejar una marca única.
El proceso de creación fue tan insólito como su resultado. Watkins pidió a amigos y familiares que lo ayudaran a elegir palabras con significado personal o simbólico, sin repetir ninguna. El resultado final fue un nombre de 2.253 palabras únicas, que incluye desde términos maoríes y samoanos hasta conceptos como love, math, tofu y su favorito, AZ2000, en referencia a una secuencia alfabética de la A a la Z.
uD83CuDDF3uD83CuDDFF FLASH | Le Néo-Zélandais Laurence Watkins, 60 ans, est entré dan

El Heraldo de México

Noticaribe
PSN Primer Sistema de Noticias DEPORTES
Noticias de México
RT en Español
CNN en Español
Vanguardia
La Voz de Michoacán
El Dictamen
RadarOnline