Después del trasplante me quedé completamente borrado. No recordaba nada, ni podía andar bien. Con este programa he vuelto a andar mentalmente”. Alfonso Revuelta, vecino de Villanubla, habla con serenidad, buscando las palabras precisas. Cada frase parece una pequeña victoria en esa segunda vida que comenzó hace ahora siete años, cuando recibió un corazón nuevo y un nieto, todo el mismo día. Es uno de los participantes del programa de prevención y detección del deterioro cognitivo que impulsan la Diputación vallisoletana, a través de su Programa de Envejecimiento Activo y Saludable, y Fundación Hospitalarias Valladolid.

En la Casa de la Cultura de Villanubla, Alfonso comparte mesa con otros vecinos que, como él, han decidido ejercitar su mente para frenar el deterioro. Entre ellos est

See Full Page