La elección entre un perro o un gato como mascota para personas mayores es un debate frecuente que va más allá de las preferencias personales, ya que impacta en la salud física, mental y emocional. El doctor en biología Jordi Olloquequi, autor de "Antiaging para el cerebro", afirmó con claridad que "las personas que tienen perros tienen un riesgo más bajo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas". No obstante, reconoció que la compañía de cualquier mascota, sea perro o gato, contribuye a regular el estrés por el efecto relajante de acariciar a estos animales.

La neurocientífica Laura Elin Piggot, de la Universidad South Bank de Londres, explicó que tanto perros como gatos liberan oxitocina, conocida como la "hormona del amor", que fomenta la confianza y reduce el cortisol, la hormon

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