A la vez que se proyecta la nueva Romareda como símbolo de modernidad, marca de ciudad y polo de inversión, el equipo camina con paso firme hacia un destino que ya nadie se atreve a negar en voz alta: el descenso deportivo más temido de su historia reciente . La distancia entre el discurso institucional y la realidad del césped es hoy un abismo.

Durante años, el Zaragoza ha vivido del relato. De la nostalgia, del “volveremos” , de la promesa de que con el capital americano y la profesionalización llegarían los tiempos de esplendor. Pero el relato ya no tapa la evidencia: la deriva deportiva es estructural, no coyuntural .

El club ha cambiado de manos, de escudo, de modelo, de discurso y de propiedad, pero no de rumbo . Y si algo enseñan los números y la memoria, es que las in

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