En agosto de 1797, nació una de las escritoras más conocidas del mundo, Mary Selley, autora de Frankestein. Apenas unos días después, su madre, otra grande del feminismo y la literatura, Mary Wollstonecraf, moría de una infección, algo terriblemente común en aquellos tiempos. Se decía que morían de parto, pero no era así, morían por una infección causada por las manos infectadas de aquellos que atendían el alumbramiento. En 1840 el doctor húngaro Ignaz Philipp Semmelweis demostró que lavarse las manos con una solución de hipoclorito de calcio reducía drásticamente la mortalidad por fiebre puerperal en las salas de maternidad. Ignaz, fue expulsado del hospital donde trabajaba y murió denostado por sus colegas. Sin embargo, sus estudios le dieron la razón y, desde un tiempo después, se usa e

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