Joaquín Sabina volvió a llenar el BEC con 10.000 personas rendidas a sus himnos. Sin salirse del guion, con su carraspera habitual y jugando sobre seguro, desgranó sus éxitos en una noche en la que las y los asistentes disfrutaron hasta el último momento.

La noche respondió al guion previsto con una leyenda que protagoniza los últimos coletazos a su gira de despedida de los escenarios, titulada Hola y Adiós , y el público apareció rendido de antemano con la emoción y la nostalgia.

No podía faltar ese gesto de cariño de Joaquín Sabina a dos buenos amigos en su despedida de Bilbao. El cantautor dedicó a Andrea Ropero e Iñaki López una de sus canciones más conocidas por sus seguidores, llamada 'Calle Melancolía'. Este fue un guiño que, como ya se vivió en ocasiones anteriores

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