El coro del amanecer, un fenómeno observado en pájaros de todo el mundo, siempre ha sido un enigma. Un nuevo estudio, aún en fase de preimpresión, ha explorado este comportamiento en pinzones cebra ( Taeniopygia guttata ) en cautiverio, sugiriendo que la intensidad de su canto no es solo un saludo al sol, sino que está impulsada por horas de “preparación” e “impaciencia” acumuladas antes del amanecer.
El equipo de investigación, liderado por la bióloga Ednei Barros dos Santos del Instituto Coreano de Investigación Cerebral, partió de la observación de que, aunque los pinzones machos cantan cientos de canciones en un laboratorio bien iluminado, permanecen en completo silencio en la oscuridad . Esto llevó a los científicos a indagar cómo interactúa el ciclo de luz y oscuridad con la

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