Las calles y techos de Bariloche quedaron cubiertos de blanco durante varios minutos este domingo, cuando una intensa granizada sorprendió a residentes y visitantes en medio de una jornada marcada por el mal tiempo.

Tras el episodio, el granizo se detuvo pero la lluvia continuó, con momentos de precipitación persistente y vientos moderados, según el registro de vecinos y reportes meteorológicos locales.

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) había advertido por tormentas localmente fuertes en la región cordillerana de Río Negro, con actividad eléctrica frecuente, ráfagas de hasta 60 km/h y abundante caída de agua en cortos períodos.

Las precipitaciones acumuladas se estiman entre 15 y 30 milímetros, aunque en algunos sectores podrían haber sido superiores.

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