Un sol amarillo pintado sobre el pavimento. Dos stickers de River Plate. Una foto de unas macetas con plantas. Una lata de gaseosa. Cartas de truco: el macho y la hembra. Velas y flores. Y una pequeña poesía de Silvio Rodríguez, forman parte de un santuario que dejó la mamá de Fausto Morcos (13), en el lugar que una mujer de 82 años le arrebató la vida de su hijo tras atropellarlo pasando un semáforo en rojo.
"Juraría que disfruté cada segundito que estuve a la par de tu presencia. La esencia rota, pero fiel, que dejó tu ausencia. Te veo, te sueño y te extraño. Te amo hijo ", dice sobre el cordón de la acequia a pocos metros de donde murió . La frase es de una canción de Milo J -muy escuchado por adolescentes- con Silvio Rodríguez.
Fausto falleció el sábado 1 de noviembre cer

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