Pese a contar con yacimientos de gas natural en su plataforma continental y marina, Colombia se verá abocada a seguir importando este combustible, y de paso generar incrementos hasta de un 90% para algunas regiones y poniendo en grave riesgo el sistema energético del país y a muchas empresas que operan sus plantas con este sistema térmico.
Un estudio, elaborado por Juan Benavides, investigador de Fedesarrollo, y Sergio Cabrales, profesor de la Universidad de los Andes, traza un escenario inquietante, si el 50% de la demanda se satisficiera con gas importado, las tarifas domésticas subirían drásticamente. Las ciudades más afectadas serían Bucaramanga (45,8%), Medellín (44,9%) y Bogotá (44,6%), seguidas de Cali (30,3%) y Barranquilla (11,7%).
De acuerdo al diario la República, e Infobae,

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