Hoy comienza la Cumbre Mundial del Clima en la ciudad de Belém, Brasil. Sin el fuelle político que tuvo París hace 10 años, con una atención disminuida y saboteada por la India y los Estados Unidos de Trump. Como corolario fatal, se celebra, habiendo ocurrido, ya, dos de los puntos de inflexión climáticos que París quiso impedir: la muerte de grandes arrecifes de coral y el deshielo permanente en el oceáno Ártico. Las mediciones indican que en 2027 -antes de lo previsto- el Ártico tendrá su primer verano sin ningún trozo de hielo, lo que por supuesto abre inmensas posibilidades para los negocios, las rutas marítimas y la industria petrolera.

Si ustedes creían que el calentamiento global se expresaría primero y dramáticamente en el Amazonas o en África -continente siempre sufrido- deben sa

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