En 2017, el PAN apenas logró afiliar a tres personas en todo el país.

Enrique Peña Nieto logró lo que Vicente Fox y Felipe Calderón no pudieron: animar a la ciudadanía a afiliarse al . Mientras que la figura de Andrés Manuel López Obrador jugó a dos bandos, en su última campaña presidencial ahuyentó el interés por ese partido, pero a mediados de su sexenio lo ayudó a despuntar hasta librar perder el registro, aunque en el último año ya suman cientos de arrepentidos.

Las estrategias de afiliación del PAN nunca han sido exitosas. Los requisitos, la regla de exclusividad, los padroneros que controlan las llaves de acceso al partido, el desinterés de sus dirigentes por “el pueblo” , los resultados de sus gobiernos o la creatividad que nunca los ha caracterizado, lo ma

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