Señor Director:

En Chile, cuando un caso compromete a una autoridad, la conversación suele concentrarse en el procedimiento y no en la responsabilidad. Se discuten la reserva o las filtraciones, mientras queda sin responder la pregunta central: qué estándar debe regir a quien toma decisiones que afectan bienes comunes.

El caso de Ángela Vivanco lo muestra con claridad. La ministra, en entrevista con La Tercera, subrayó el carácter reservado de la causa (“Estoy muy sorprendida de cómo una causa que tiene una reserva estricta ha tenido tantas filtraciones”) y separó vida privada y función pública (“Cualquier dinero de mi pareja no tiene absolutamente nada que ver con mi trabajo”). Son defensas atendibles, sobre las formas, pero no resuelven lo esencial: la consistencia entre el cargo ejerc

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