Tucson, Arizona— Los traficantes de personas no sólo utilizan las redes sociales para buscar posibles clientes, también lo hacen para contratar “raiteros” que se encarguen de recoger a los migrantes en las carreteras más cercanas a las fronteras y trasladarlos hasta casas de seguridad o el interior de Estados Unidos, a cambio de pagos de entre 300 y mil dólares por persona.

El trabajo de los “raiteros” se replica a lo largo de las fronteras, por lo que se han convertido también en el blanco de los agentes de la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos (USBP) en sectores como Tucson, El Paso y Big Bend, que abarcan las fronteras de Arizona, Nuevo México y Texas con Sonora, Chihuahua y Coahuila.

Los reclutan con la promesa de un trabajo fácil en el que pueden trasladar a todos los migrant

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