Por Leonardo J. Glikin *

“En marea alta, dejarse llevar, no hacer movimientos contradictorios. En marea baja, dejar librado todo a la imaginación. El mar debe ser navegable en todos los casos”. El poeta Miguel Menassa nos regala una imagen poderosa para pensar este momento de las empresas familiares argentinas. Hoy no estamos en “marea alta”, sino todo lo contrario: vivimos un tiempo de incertidumbre y dificultad. Por eso, es el turno de la imaginación.

Pero la imaginación debe complementarse con la visión estratégica. Allí aparece otro gigante, Peter Drucker, considerado el padre del management moderno, quien enseñó que las organizaciones sólidas se construyen sobre decisiones conscientes y un propósito definido. Si combinamos estas dos miradas —la poética y la gerencial—, y sumamos la

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