El público de la Philippe Chatrier asistió absorto al aterrizaje de Carlos Alcaraz en la gloria. Un vuelo de cinco horas y media que tuvo turbulencias, sinuosidad, pero que terminó con el murciano retozándose por la tierra batida. Redefinió Carlitos lo imposible tras firmar un ejercicio de pasión, fe y remontada. Cómo sólo él fue capaz de hacer, aunque nunca antes hubiera hecho lo de levantar dos sets de desventaja.

Arrodilló (4-6, 6-7, 6-4, 7-6, 7-6) a un Jannik Sinner que por momentos fue una máquina perfecta, pero dejó escapar tres bolas de partido, o mejor dicho, se las negó Alcaraz. El deporte en general y el tenis en particular inscribieron el 8 de junio de 2025 con letras de oro. El día que el campeón revalidó su corona en Roland Garros de la manera más épica posibl

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