Por Danilo Albero
Cada dos o tres años regreso a los trágicos griegos por la lucidez de la cosmovisión helénica al cartografiar y relevar los recovecos del alma humana y representarlos en dos géneros: tragedia y comedia . Terminé de releer la trilogía La Orestía de Esquilo. Todo comienza con Agamenón, primera tragedia, desencadenante de un conflicto que se arrastrará de padres a hijos hasta poner en riesgo la supervivencia de la sociedad de Argos. El origen y motor de la trama de los sucesos es el sacrificio de Ifigenia por su padre siguiendo un mandato divino; algo parecido intentó hacer Abraham con Isaac, pero Jehová paró a tiempo el puñal homicida, Agamenón no tuvo esa suerte.
Abraham tuvo ese fallido porque Dios se lo ordenó como demostración de su fe y obediencia; la prueba impue

Diario La Prensa

CNN
Raw Story
NBC Connecticut Entertainment
NBC 5 Dallas-Fort Worth Sports