Bogotá.- El fotógrafo colombiano Édgar Jiménez recorre una sala que exhibe “Adán y Eva”, su retrato de dos de los primeros hipopótamos que fueron traídos a Colombia por el fallecido narcotraficante Pablo Escobar en la década de 1980.

Jiménez, quien fuera fotógrafo personal de Escobar, recuerda haber tomado la fotografía a tan solo cuatro metros de distancia, sin protección alguna y sin ser consciente del peligro que representaban. Esa misma pareja de hipopótamos atacó y mató posteriormente a un camello.

“Los hipopótamos fueron comprados en un zoológico de Estados Unidos que compra y captura animales de África”, recuerda el fotógrafo de 75 años, a quien también se le encomendó la tarea de llevar un inventario de todos los animales alojados en la Hacienda Nápoles de Escobar, en el noreste

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