Con una carrera marcada por su postura en defensa del orden constitucional y su crítica al sesgo ideológico dentro del poder judicial, Marcelo Romero reflexionó sobre los momentos más significativos de su vida profesional y su mirada sobre la Justicia argentina. El funcionario recordó sus inicios como practicante en los tribunales de La Plata, cuando apenas era estudiante de Derecho. “Era mi máxima aspiración trabajar en tribunales y algún día, muy lejano en aquel entonces, acceder a la magistratura” , rememoró. Tras dos años de trabajo ad honorem, logró ser designado empleado en 1988.

Romero explicó que su vocación lo llevó a cambiar de rumbo dentro del poder judicial: “En la fiscalía me di cuenta que ya no quería ser juez sino fiscal. Tuve el enorme privilegio de ganarme la vida

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