Por: Jefferson Sánchez Cifuentes .

En la Costa Pacífica de Nariño, donde el mar se estrella con fuerza contra los acantilados y los ríos serpentean entre selvas y manglares, se esconde una paradoja inquietante: una tierra rica en biodiversidad y cultura, pero empobrecida por la ausencia de conectividad, inversión y liderazgo. Tumaco, Francisco Pizarro-Salahonda, Mosquera, Olaya-Herrera, El Charco, La Tola, Santa Bárbara, Barbacoas, Magüí Payán y Roberto Payán forman un litoral que respira historia y tradición, pero que aún espera la chispa de una guía política que comprenda su esencia y necesidades.

Los datos hablan con crudeza: el 69 % de los hogares de la región viven en pobreza o pobreza extrema, y los servicios básicos, desde agua potable hasta alcantarillado, cubren apenas una f

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