CAMPECHE, CAMP.- . El maíz campechano, fruto del esfuerzo de cientos de campesinos, hoy está detenido. Desde finales de septiembre, las empresas compradoras de Yucatán, entre ellas Maseca, se niegan a cerrar los contratos de compra con los productores de Campeche, alegando una próxima baja en el precio del grano. El resultado, bodegas repletas, manos vacías y una creciente inconformidad entre quienes dependen del campo para vivir.

“Las empresas en Yucatán no quieren firmar. Desde fines de septiembre les estamos pidiendo que lo hagan, pero como veían venir una baja en el precio, prefirieron esperar”, explicó el delegado de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Carlos Baqueiro Cáceres, al detallar que la negativa de las compradoras ha generado molestia entre los campesin

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