El reciente debate de la Asociación Nacional de Televisión (Anatel), el último gran foro antes de las elecciones del próximo domingo 16 de noviembre, nos dejó una extensa lista de confrontaciones y propuestas en temas de alta sensibilidad nacional: seguridad, economía, pensiones y gobernabilidad. Sin embargo, el silencio ante el tema crucial para el futuro equitativo de Chile fue ensordecedor; la verdadera descentralización de los territorios y el fortalecimiento de las regiones.

Los ocho candidatos a La Moneda debatieron por tres horas sobre el crimen organizado, las alzas de tarifas eléctricas, el salario mínimo y las pensiones. Pero, cuando se mencionaron las regiones, estas aparecieron casi exclusivamente como escenarios de crisis. Hablamos del terrorismo en el sur, de la amenaza de

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