Durante años, cientos de occidentales adinerados pagaron verdaderas fortunas para viajar a las afueras de Sarajevo y disparar contra seres humanos, participando en las masacres de civiles durante la guerra de Bosnia. Las milicias serbobosnias de Radovan Karadzic —luego condenado por genocidio y crímenes contra la humanidad— los escoltaban hasta las colinas que rodean Sarajevo, donde comenzaba un macabro safari. Después regresaban a sus cómodas vidas. Nadie los ha investigado ni procesado, y, al menos de forma pública, ni siquiera han sido identificados. Pero eso podría cambiar pronto.

El caso está en el centro de una investigación abierta por la Fiscalía de Milán, la primera de este tipo en Europa. La denuncia fue presentada el pasado febrero por Ezio Gavezzani, un periodista que, mientra

See Full Page