Han pasado dos semanas, pero lo que ocurrió en el Clásico aún colea. Y no solo durante el partido. La trifulca que provocaron los jugadores del Real Madrid pesó más que los 90 minutos anteriores.

Lamine Yamal salió del Santiago Bernabéu visiblemente molesto, cargando con la tensión de un duelo físico y lleno de interrupciones. El crack no estaba solo enfadado por decisiones arbitrales . También sintió que su rendimiento se vio limitado. Todavía arrastraba serias molestias por la pubalgia y no pudo ofrecer su mejor versión.

El viaje de regreso a Barcelona fue silencioso . Varios miembros de la expedición azulgrana notaron a Lamine pensativo , repasando mentalmente cada jugada, cada choque. A sus 18 años , demuestra una madurez competitiva notable, pero también un sen

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